Repasando lo mejor de este año que acaba, hemos recordado un interesante artículo publicado en Revista 69 a finales de abril. Se trata de la traducción completa de un texto escrito por el experto en cultura digital Kevin Kelly, que propone una fórmula para que los artistas modestos puedan vivir de la música.
Parte de la idea de la larga cola, popularizada por Chris Anderson. Según Anderson, en la era de Internet existen dos mercados: uno centrado en el alto rendimiento de pocos productos y otro, nuevo y todavía no familiar, basado en la suma o acumulación de todas las pequeñas ventas de muchos productos (the long tail o la larga cola), que puede igualar o superar al primero.
Según Kelly, la larga cola es una bendición ambigua para los creadores. Los artistas, productores, inventores y artesanos son ignorados por la ecuación. La larga cola no aumenta demasiado las ventas de los creadores, y más bien agrega competencia masiva y una interminable presión para bajar los precios.
Por supuesto, otros analistas no están de acuerdo y entienden que la mejor posibilidad de éxito de los artistas amateur es mantenerse en esa larga cola, confiando en vender música en nichos de mercado a lo largo del tiempo, frente a la capacidad de los artistas mediáticos para popularizar singles y discos con grandes ventas en un momento dado.
Pero sigamos con Kelly; fuera de aspirar a un éxito masivo de ventas, ¿qué puede hacer un artista para escapar de la larga cola?
Una solución es encontrar 1.000 Fans Verdaderos. Si bien algunos artistas han descubierto este camino sin llamarlo así, vale la pena tratar de formalizarlo. La esencia de los 1,000 Fans Verdaderos puede describirse sencillamente:
Un creador, sea un artista, músico, fotógrafo, artesano, actor, animador, diseñador, videasta o escritor –en otras palabras, cualquiera que produzca obras de arte– necesita tener sólo 1.000 Fans Verdaderos para ganarse la vida.
Un Fan Verdadero es alguien que comprará todas y cada una de las cosas que produzcas. Ellos recorrerán 200 kilómetros para verte cantar. Ellos comprarán la reedición en box set super deluxe de alta resolución de tus cosas aun cuando tengan la versión de baja resolución. Ellos han establecido un Google Alert especialmente para tu nombre. Ellos guardan en sus favoritos la página de eBay en la que aparecen tus ediciones descatalogadas. Ellos te hacen firmar sus copias. Ellos compran la camiseta, la taza y el sombrero. Ellos no pueden esperar a que saques tu próximo trabajo. Ellos son fans verdaderos.
El artículo completo, en Revista 69.
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